El Primer Reencuentro de aguilanderos fue un éxito


Primer Reencuentro de Aguilanderos - 5 de enero de 2010 - Vilches
Viernes, 07 de Enero de 2011 13:26 Diario Jaén CULTURA - NOTICIAS CULTURALES

Periodista: Andrés Torres /Vilches
Los vilcheños recordarán siempre la noche del 5 de enero de 2011 como el día de la reivindicación y exaltación del aguilando como uno de sus 'tesoros' culturales más genuinos y entrañables. El primer reencuentro de aguilanderos fue un éxito absoluto en todos los sentidos.
La Navidad carecía este año del color de las bombillas decorativas, ausentes de las calles vilcheñas, pero ese cromatismo cercenado por la crisis estalló de repente, en la noche de reyes, en un arcoíris de colores y sentimientos.
Todo ocurrió en el transcurso del recital lírico Venid a Belén, en espera de los Reyes Magos, dirigido por el tenor vilcheño Julián López Rodríguez, y del reencuentro de aguilanderos que tuvo como marco incomparable la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, en un espectáculo de religiosidad popular, canto y música sin precedentes.
El momento álgido de la velada llegó cuando Julián López Rodríguez dio paso a “Los Campanilleros de Vilches”, un grupo formado aguilanderos nuevos y veteranos, en lo que supuso el primer reencuentro de estos peculiares músicos vilcheños. El agudo sonido de la bandurria rasgó el silencio del  templo y dio paso a la letra más cantada por los hijos e hijas de este pueblo siglo tras siglo. Dice así: Por la sierra bajan los pastores, que da una alegría de verlos bajar. Con sonajas, pitos y tambores a ver a Dios Hombre que ha nacido ya. En ese momento, los campanilleros comenzaron a andar por el pasillo de la iglesia y la gente se puso de pie en señal de respeto y reconocimiento. Entonces, todos juntos, público y músicos, tenor y  figurantes, con una sola voz, entonaron las estrofas de este cante tradicional, de marcado sabor arábigo andaluz y que cuenta con más de setecientos años de historia documentada.
Más de 350 personas abarrotaban el aforo de la improvisada sala de conciertos. Al finalizar los aguilanderos, que enlazaron tres coplas seguidas, el público irrumpió en un enorme y prolongado aplauso que atronó las naves de la parroquia. Bastaba con echar hacia atrás la mirada para ver a muchos hombres y mujeres, jóvenes y mayores, emocionados hasta el punto de que las lágrimas rodaban por muchos de los rostros. El recital continuó después con más villancicos y aguilandos interpretados por el tenor vilcheño, acompañado al piano por el maestro y compositor Manuel Valencia. Al final, dos de los aguilanderos más antiguos, Simón Coronado García, de 85 años, y Simón García López, de 84, recibieron un cariñoso y merecido homenaje. Ambos representaban a centenares de personas que a lo largo de sus vidas, cada Navidad recorrían las calles del pueblo en las gélidas noches de diciembre cantando el aguilando vilcheño.
Simón Coronado, muy emocionado, comentó  que se encontraba “muy contento por este reconocimiento después de tantas y tantas noches de ‘aguilandas’ compartidas”.